martes, 24 de abril de 2012

Foster + Partners Express, Edificio para el Banco Ciudad






FOSTER + PARTNERS ganó el concurso para diseñar el nuevo edificio del Banco Ciudad en Parque Patricios en Buenos Aires, Argentina. El resultado es una gran estructura de vidrio transparente acompañada por un techo abovedado. La transparencia potencia la conexión entre el interior y el exterior del edificio. La idea es que gracias a su carácter, la obra llene de vitalidad y se vuelva un icono del sur de la capital federal  ayudando así a impulsar el desarrollo urbano de la zona.


El edificio es una gran caja de vidrio transparente, de techos altos y espacios frescos que aprovecha y se nutre de la luz exterior. Como suelen ser las obras de Sir Norman Foster, la propuesta para el desarrollo de la nueva sede posee un alto compromiso ecológico. La obra además suma colectores solares en el techo, asegura un uso eficiente de los sistemas de riego, uso de materiales regionales, optimización de la energía y hasta un espacio para guardar bicicletas. El techo se extiende sobre las fachadas norte y sur para generar espacios públicos en el exterior mientras que las fachadas este y oeste se encuentran protegidas por parasoles.


La obra estaría terminada para mediados del año 2012.




El edificio, que ocupará una manzana completa, se adapta al entorno lleno de parques a través de patios y corredores sombreados, buscando también altos estándares de eficiencia energética (LEED Silver).


Dentro de esta manzana se busca crear un campus interno, con distintas “villas” unidas por circulaciones exteriores y patios cubiertos por una gran cubierta como se aprecia en las imágenes. La plaza de acceso se encuentra cubierta por el voladizo de esta cubierta, que se apoya en pilares esbeltos. Luego se accede a un atrio de la altura completa del edificio, desde el cual se dirigen las circulaciones hacia los 4 niveles de oficinas, los cuales están aterrazados y con vista directa al parque. En la cubierta, una grilla de placas de 8m2 permite el generoso paso de la luz hacia los espacios de trabajo.
Este proyecto forma parte de un plan de regeneración de Parque Patricios, que ha sido designado por el gobierno local como un nuevo polo tecnológico.
Dentro de las estrategias de ahorro de energía se encuentra el uso de masa termal de los elementos de concreto para enfriar el aire, y la ubicación de los elementos que sombrean las fachadas para reducir la insolación y potenciar la ventilación natural.

Pero, esta vez, el desafío fue mayor: la nueva sede debía impulsar el desarrollo urbano de Parque Patricios y también, contribuir a desterrar las tradicionales estructuras verticalistas típicas de un banco. Las autoridades del banco buscaban que su nueva sede adhierise a una filosofía basada en el trabajo interdisciplinario y en equipo. En base a estas premisas, el proyecto elegido (que recibió el máximo puntaje en su evaluación arquitectónica), plantea un edificio abierto y transparente , de fuerte presencia institucional, cuya cubierta ondulada se prolonga en voladizo hacia el parque. 


La idea ganadora del 1° premio apuntó a construir un campus de oficinas . “La altura máxima permitida era de 21 metros y el Factor de Ocupación del Suelo era libre”, detalla el arquitecto Juan Bautista Frigerio, asociado de Foster + Partners. Así, el planteo fue hacer un edificio bajo y extendido, con sus zonas funcionales integradas por un sistema circulatorio. El bloque ocupa toda la manzana bajo un mismo techo y forma un volumen interior dentro del cual se crean áreas diferenciadas por vacíos y patios. Desde su imagen, el volumen alude a la memoria industrial del lugar en el que se emplaza. Es un prisma traslúcido con estructura de hormigón y una escala de edificio fabril con techo con bóvedas .
“El barrio necesitaba una imagen fuerte, un ancla visual que asociara al edificio con el lugar”, dice Frigerio, y agrega que una cubierta plana no hubiese sido recordable. El bloque crea un paisaje urbano a escala del barrio y con fuerte relación con el parque: éste se integra al edificio y viceversa. 
Hacia el parque, la fachada norte es un gran plano de cristal de 100 m de longitud, protegido con la proyección de la cubierta en voladizo. Bajo éste se crea un megaespacio cívico semicubierto, una plaza de ingreso que adelanta el carácter institucional del edificio y que marca el acceso a un atrio interior de 4 niveles. 
Desde el atrio son visibles todos los espacios de trabajo y las circulaciones que los conectan. Tanto la plaza exterior como el atrio se comunican con el auditorio, emplazado en un nivel inferior (el de la calle Los Patos). Estos tres espacios componen un conjunto funcional que se complementa con el café, emplazado junto al atrio, en la planta de acceso. El nivel de entrada condensa las funciones sociales del edificio: los comedores, el club de empleados, la sucursal bancaria y el área de medicina del trabajo. Los tres niveles superiores son de oficinas. Los pisos 1 y 2 son de planta libre, mientras que en el tercer nivel se distribuyen oficinas, gerencias y el comedor de gerentes. Estos niveles se van aterrazando , retirándose hacia la calle Los Patos para priorizar hacia el frente la relación con el parque, a través del atrio. 



La estructura del edificio será íntegramente de hormigón armado y se expresará, quedando a la vista, en todo momento. En el proyecto, las columnas se rigen por una grilla de 8 x 8 metros, eficaz para los estacionamientos, como así también para la modulación de 1.60 x 1.60 metros con la que se organizan las áreas libres de oficina. Las losas se plantean sin vigas y con capiteles corridos, cuya direccionalidad cualifica el espacio y ordena el armado de espacios de trabajo. La cubierta de “paraguas” asimétricos de hormigón, vinculados por vigas cada 8 metros, se apoya en columnas de un metro de diámetro, siguiendo una grilla de 16 x 24 metros. En las caras laterales, los núcleos de circulación rigidizan al edificio. 
Con la estructura vista se logra eliminar el cielorraso suspendido. Así, la alimentación de aire es por piso flotante y la extracción de aire e iluminación se da a través de una bandeja suspendida. Los cielo rasos de hormigón visto se suavizan con una bóveda que, junto con el capitel corrido de la losa sin vigas, diseccionan las visuales hacia el atrio y el parque. Así, la masa térmica expuesta colabora con el enfriamiento del edificio. Al eliminarse los cielo rasos se logran espacios más altos , diáfanos y saludables que permiten mayor ingreso de luz natural. Las fachadas este y oeste se protegen con parasoles premoldeados de hormigón que guarecen del sol y limitan la ganancia de calor en el interior. En las zonas más profundas de las plantas, se abren patios que permiten la iluminación natural y la renovación del aire. Explica Frigerio que el proyecto alcanza la categoría LEED NC “Silver” por sus características sustentables y que, por una serie de puntos aún no contabilizados, sería probable que también alcance la categoría LEED NC “Gold”. 
























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