domingo, 27 de mayo de 2012

Mies van der Rohe, Pabellón Alemán en Barcelona







Arquitecto: Mies van der Rohe
Construido en: 1928-1929
Remodelado en: 1985-1986
Ubicación: Barcelona, España






INTRO



Ludwig Mies van der Rohe (1886 – 1969) Ludwig Mies van der Rohe nació en Aquisgrán, Alemania, en 1886. Fruto de la influencia de Peter Behrens, con quien trabajó durante varios años, Mies desarrolló un planteamiento estilístico basado en técnicas estructurales avanzadas y el clasicismo prusiano. Famoso por su lema “menos es más”, promocionó un estilo arquitectónico basado en la honestidad en el uso de materiales e integridad estructural. Durante los últimos veinte años de su vida, Mies pudo hacer realidad su visión de una arquitectura monumental de “carne y huesos”, ya que sus últimas obras plasmaron la idea de una arquitectura simplificada y universal.
Entre sus obras más relevantes destacan la Exposición y los Apartamentos Werkbund: Weissenhofsiedlung, Stuttgart, Alemania, 1927; la Casa H. Langer en Krefeld, Alemania, 1928; el Pabellón Alemán de Barcelona, España, construido en 1928-1929 y desmantelado en 1930; la Casa Tugendhat en Brno, República Checa, 1930; la Casa Farnsworth en Plano, Illinois, 1946-1950; los Apartamentos Lake Shore Drive en Chicago, Illinois, 1948-1951; el Crown Hall (IIT) en Chicago, Illinois, 1950-1956; el edificio Seagram en Nueva York, 1954-1958 y la Nueva Galería Nacional en Berlín, Alemania, 1962-1968.




El Pabellón de Barcelona, diseñado por Mies van der Rohe, fue el edificio de representación de Alemania en la Exposición internacional de Barcelona celebrada en el año 1929. Concebido como espacio representativo para albergar la recepción oficial presidida por el rey Alfonso XIII y a las autoridades alemanas, el edificio pretendía simbolizar el carácter progresista y democrático de la nueva República de Weimar y su recuperación tras la Primera Guerra Mundial.
Este edificio constituye uno de los hitos en la historia de la arquitectura moderna, al ser una obra donde se plasman con particular rotundidad y libertad las ideas del entonces naciente Movimiento Moderno, y está considerado por muchos autores como una de las cuatro piezas canónicas de la arquitectura del movimiento moderno junto con la edificio de la Bauhaus de Gropius, la villa Saboya de Le Corbusier y la Casa de la cascada de Wright.
El pabellón fue desmantelado tras la exposición en 1930, y reconstruido posteriormente en la década de los 80 en su ubicación original, en el actual barrio de Montjuic, donde permanece abierto al público.
El proyecto fue encargado por la República de Weimar en junio de 1928. Fue el propio Mies quien eligió el emplazamiento del pabellón de Alemania dentro del recinto de la exposición: pese a que en un principio se le había asignado un lugar cercano a la fuente mágica —eje central del recinto ferial diseñado por Cadafalch—, el arquitecto prefirió un lugar un poco más apartado, alejado del ruido del eje principal donde se encontraban los grandes edificios construidos para la ocasión.
Construido sin más función que la meramente representativa, el pabellón pretendía simbolizar los ideales de progreso y aperturismo del estado alemán tras la Primera Guerra mundial. En el discurso de inauguración, el comisario del Reich, Georg von Schnitzler, resumió: "Buscamos sobre todas las cosas claridad, simplicidad e integridad".
A pesar de las voces que solicitaron la preservación del edificio, las dificultades económicas que atravesaba el estado alemán provocaron que a la finalización de la exposición el pabellón fuese desmontado, en enero de 1930. La estructura metálica fue vendida allí mismo, y las piezas de mármol devueltas a Alemania. Sin embargo, con el paso del tiempo esta obra fue ganando reconocimiento como un referente clave para la historia de la arquitectura del siglo XX, por lo que desde 1954, y por iniciativa del arquitecto Oriol Bohigas se empezó a gestar la idea de reconstruir el edificio en su emplazamiento original. Esta iniciativa finalmente se materializó en la década de 1980. Los trabajos empezaron en 1983 a cargo de los arquitectos Ignasi de Solà-Morales, Cristian Cirici, Fernando Ramos y Ana Vila, y la reconstrucción, basada enteramente en el diseño original y con los mismos materiales, se inauguró el 2 de junio de 1986.
El Pabellón reconstruido está gestionado por una fundación que permite la visita turística y el alquiler del local para eventos privados, incluyendo la realización de varios anuncios publicitarios. El edificio también ha alojado numerosas instalaciones artísticas, entre las que se figuran las de Antoni Muntadas, Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, Jeff Wall, Jérôme Schlomoff, Dominique Gonzalez-Foerster & Jens Hoffmann, Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa , y el estudio SANAA.




EL DISEÑO




Este es un edificio importante en la historia de la arquitectura moderna, ya que en él se plasman todas las ideas del entonces naciente Movimiento Moderno con más libertad que en otras obras, ya que esta construcción no tenía otra función que difundir estas nuevas ideas, así como el uso de nuevos materiales y técnicas en la construcción.
La impresión total es la de un espacio lujoso creado por planos perpendiculares en las tres dimensiones. Completaban la obra una escultura de Georg Kolbe, un escaso mobiliario formado por sillas, con un diseño del propio arquitecto llamado silla Barcelona, (que son un hito importante en la historia del diseño de mobiliario del siglo XX), y una cortina roja y una alfombra negra, que combinados con el color amarillento del mármol de la pared, conforma los colores de la bandera alemana.

Cristal, acero y cuatro tipos distintos de mármol (travertino romano, mármol verde de los Alpes, mármol verde antiguo de Grecia y ónice doré del Atlas) fueron los materiales utilizados en la reconstrucción. Todos ellos de las mismas características y procedencia que los utilizados inicialmente en 1929.

La estructura consistía en ocho pilares de acero en forma de cruz que sostenían una cubierta plana. Completaban la obra unas paredes interiores, exentas de la estructura

Mies van der Rohe diseñó, especialmente para el Pabellón, una silla a base de piel y perfil metálico que, con el tiempo, se convirtió en un icono del diseño moderno.
Prueba de ello es que la silla Barcelona es un modelo que todavía se produce y comercializa en la actualidad.

Está magistralmente situada en un extremo del estanque pequeño, en un punto donde no solamente se refleja en el agua sino también en el mármol y en los cristales, dando la sensación de que se multiplica en el espacio y contrastando sus líneas curvas con la pureza geométrica del edificio.

PABELLON ALEMÁN




















































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