martes, 22 de mayo de 2012

Furograma, Centro de Convenciones Molino Fénix







Arquitectos: Furograma – Gonzalo Fuzs, Diego Rolando, Diego Gramoy, Juan Cruz Martinez Arce
Ubicación: Villa Mercedes, San Luis, Argentina
Proyecto y Dirección Técnica: FUROGRAMA Arquitectos
Año de ejecución: 2007-2009
Superficie cubierta: 6400 m2
Superficie intervención paisajística: 20000 m2
Comitente: Gobierno de la Provincia de San Luis
Fotografía: Cortesía de Furograma


La presente obra trata de la puesta en valor de edificios que integran el predio del Molino Fénix y sus espacios exteriores localizado en un predio próximo a la tradicional Calle Angosta de la ciudad de Villa Mercedes. Los edificios a intervenir serán adaptados a sus nuevos usos y necesidades, ejecutándose trabajos de ampliación, refacción y re-funcionalización.





Surgida de una decisión específica del Gobierno de la provincia de San Luis y fundamentada en la magnitud real de la intervención propuesta para el sector del Molino Fénix se pretende mostrar claramente los componentes de la arquitectura existente y que pertenecen al antiguo Molino y elementos de la nueva arquitectura en un plano formal armónico que garantiza la coexistencia de objetos diversos. La presencia del espacio exterior como manifestación urbana de un conjunto arquitectónico que fomenta el desarrollo cultural de la sociedad y se ofrece generoso en espacios abiertos y de uso público, tanto como la presencia de nueva infraestructura generada para dar respuestas concreta a las necesidades de carácter recreativo de esta ciudad.
Funcionalmente, el Centro de Convenciones, las salas de cines y el sector gastronómico, los espacios cerrados y abiertos, públicos y privados, grandes sectores de carácter urbano y micro espacios contenidos, actividades inminentemente diurnas y otras tantas nocturnas, alojadas en un mismo espacio físico que es parte de la historia misma de la ciudad toda, pero que recién ahora abrirá sus puertas al común de la población, síntesis sensible y a la vez física de toda la intervención, respetando su valor histórico, pero modificando sustancialmente su uso, zonificación y diseño interior.
Comenzamos el recorrido del sitio desde la Calle Angosta, a mas de 250 m de distancia de los silos, en el sector contiguo a la estación del ferrocarril donde se asienta el puente peatonal que cruza por sobre las vías. A partir de la intervención renovadora sobre la estructura metálica de dicho puente y siguiendo el corredor cultural que comienza en el anfiteatro, generamos un área destinada a múltiples actividades de carácter cultural, recreativo y comercial a cielo abierto, un sector protegido y cercado destinado a los juegos para niños que abre paso a un paseo peatonal sobre superficies de piso revestidas, de manera diferenciada, con planos de piedras laja, adoquines, hormigón que van copiando la topografía natural del suelo, generando sectores bajos donde crecen arbustos entre rocas y canteros circulares que siguen una grilla especifica, en los que crecen cortaderas propias del Río V. Esta plaza esta contenida hacia las vías, por un muro bajo que se prolonga a modo de brazo elíptico y sobre el que se asentaran los puestos de artesanos. Este muro, en cuya base realizamos un sendero de hormigón peinado, nace en la línea de edificación de los silos hacia las vías, convirtiendo esta plaza en una suerte de atrio, espacio de contemplación y de arribo a los silos de cemento, que constituyen el comienzo del predio del Molino Fénix.



Sobre la calzada de la Calle Angosta propiamente dicha, continuamos el adoquinado que caracteriza a la misma, pero en la intersección de esta calle con la Belgrano y en el ancho total del predio para con el del Molino, la calle se eleva hasta el nivel del cordón de vereda existente, generando la unión a nivel de piso peatonal, entre ambos predios, todo ello en adoquines. Sobre la plaza, los adoquines repiten la existencia de esta calle, ahora de carácter exclusivamente peatonal, pero con el mismo trabajo en el piso. Los distintos tipos de lajas existentes en la provincia, en armónica y geométrica disposición, generan y caracterizan al espacio propiamente dicho conocido como la plaza de los artesanos. Hasta aquí todo lo anteriormente descrito forma parte de la ampliación de la segunda etapa.






En la esquina calle Belgrano con la calle C. Videla, la Calle Angosta prolonga su recorrido paralela al predio del Molino, según estaba originalmente planteado en el diseño de los espacios exteriores, el tratamiento de piso de la calzada se continua sobre el terreno unificando el recorrido peatonal con el vehicular de carácter restringido, “la calle de una vereda sola” se desborda sobre el terreno y las líneas sensibles que generan un ritmo continuo sobre el mismo, se introducen en la calzada enfatizando la presencia del plano unificador.
Ingresando al predio, decidimos rescatar y revalorizar la estructura metálica que soportaba a un galpón desmantelado que en la actualidad existe en el predio. Sobre la mencionada esquina, ingresamos al sitio del molino atravesando bajo la estructura metálica del galpón, ahora transformado en patio de comidas, expansión hacia el aire libre de los locales gastronómicos y bares que se alojan en el interior de los doce cilindros que constituyen actualmente, los silos del molino. La regularidad en la trama de este plano de piso, es surcada por líneas orgánicas y sensibles las que materializan los sistemas de circulación que conectan distintos sectores dentro de la intervención, que se encuentran separados entre si por calles y demás situaciones urbanas existentes. Todos aquellos elementos que se encuentran en el sector y que pertenecen a la impronta original del molino, como vías de ferrocarril, tolvas enterradas, cisternas metálicas y demás, son rescatadas y puestas en valor para poder ser apreciadas por los visitantes como huellas vivas de la infraestructura original del Fénix.
















Desde este vértice ingresamos frontalmente al predio: hacia el lateral sur paralelo a las vías del ferrocarril, se alinean todos los edificios originales del molino, que han sido reciclados en su totalidad y adecuados para albergar las nuevas actividades que dentro de los mismos habrán de desarrollarse, el nuevo rol que a cada uno de ellos les corresponde como componentes del conjunto.
El espacio exterior se organiza a partir de este recorrido que paralelo, longitudinal y contiguo a la calle C. Videla, ahora continuación de la Calle Angosta, que se extiende desde la esquina de la misma calle con la Belgrano hasta la esquina opuesta, con la calle Pueyrredon.
El paseo, se conduce por una direccional claramente identificable que es atravesada por líneas materializadas con distintos tipos de piedras, las que naciendo dentro del predio, se extienden en algunos casos hasta la vereda de enfrente, recreando lo que en la metáfora serian los trastes de una guitarra.
Este recorrido lineal contiene micro sectores destinados al descanso, caracterizados por la presencia de vegetación arbórea, equipamiento a tal fin y un tratamiento especial en la utilización de la laja como solado exclusivo e identificable. A su vez generamos corredores de circulación peatonal rápida y que también pudieran ser utilizados por bicicletas y demás medios de locomoción sin motor, así como espacios abiertos que puedan ser utilizados espontáneamente para actividades culturales públicas. En la mitad de su recorrido, el paseo se abre por completo hacia el interior del predio, permitiendo el acceso franco de peatones hacia el interior de los edificios, en particular al Centro de Convenciones.
El corazón del predio conserva las huellas del pasado y las exhibe: las vías por las que ingresaban los vagones a depositar su contenido de cereales son respetadas y los niveles del terreno, se mantienen vigentes según lo que originalmente fue, como producto definitivo de las nuevas decisiones tomadas respecto del planteo original. De esta forma conservamos tolvas, cisternas y demás elementos técnicos que se encontraban implantados en el terreno y que ahora rescatamos para ser contemplados por los visitantes.
En el sector central del predio, generamos una inclinación muy suave en el plano de piso sobre el corazón del predio desde la vereda sobre la calle C. Videla, creando una rampa principal que nos conduce hasta los -2,60m de profundidad respecto del nivel de la misma, hasta lo que es el nivel de acceso al edificio existente y que aloja al Centro de Convenciones. Esta rampa culmina en una suerte de plaza enterrada la que, atravesando por debajo de un plano de agua que hace las veces de pórtico de acceso con la particularidad de poseer unas claraboyas transparentes por las que se filtran los rayos solares a través del agua contenida en el plano y que originalmente existía en la primera propuesta, llega a las puertas mismas del lobby principal del Centro de Convenciones.
Dicho lobby es un prisma vidriado, íntegramente nuevo situado a -2,60m de profundidad respecto de la cota 0,00 del terreno exterior, en la base del esqueleto metálico existente en la actualidad y que es reminiscencia viva del paso del tiempo sobre el Fénix. Desde este sector, accedemos por un lado al centro de convenciones propiamente dicho y que ha sido implantado en el interior de uno de los galpones existentes y de mayor envergadura en todo el complejo edilicio. Una segunda rampa, más orgánica en su recorrido semicircular y colgada por tensores desde el techo de este espacio, nos permite ascender hasta el plano noble del foyer en un recorrido placentero, sensible, como si se tratara de una alfombra gentil que nos guía hacia nuevos espacios.









Desde el lobby, este edificio nos recibe en un Foyer, espacio desde el que apreciamos la altura total y original del edificio en cuestión, junto con la estructura del techo, las bóvedas de ladrillo y el piso reconstituido de adoquinas de lapacho. El núcleo mismo de este espacio, puerta de ingreso a la sala mayor, se materializa en un imponente volumen, el cubo de ónix. Utilizamos un sistema constituido por placas de ónix sujetas por unas estructura metálica, que revisten enteramente a este prisma, dejando una cámara de aire que se “inunda de luz”, enfatizando el color verde de esta piedra, que es la más representativa de la minería de la provincia de San Luis.
La sala principal, tiene una capacidad para albergar a 500 personas y que al mismo tiempo, tiene la virtud de poder ser dividida con paneles móviles, en tres salas menores que pueden ser utilizadas al mismo tiempo. El concepto que da origen a esta sala, es el de una caja nueva dentro de otra existente, esta nueva caja tiene toda la tecnología aplicada en las cualidades necesarias para cumplir a la perfección el rol para lo cual fue diseñada. Esta Sala principal posee una bandeja superior a modo de pullman al que se accede por medio de una escalera dentro del Foyer y un puente conector. Este espacio superior también se cierra en si mismo transformándose en otra sala alternativa. El edificio a su vez contiene espacios menores, como salas de reunión y talleres de usos múltiples equipados según los requerimientos específicos, así como oficinas y demás sectores técnicos y de servicios, convirtiéndolo en un Centro de Convenciones especialmente equipado para suplir todos los requerimientos pertinentes a las múltiples actividades para las que fue concebido.
Hacia el lado opuesto del Centro de Convenciones, el nuevo lobby vidriado nos conduce a lo que denominamos Torre de Ladrillos, en cuya planta de subsuelo e ingresando desde el mencionado lobby se emplaza uno de los locales gastronómicos que sirve de apoyo directo para con las necesidades propias de los usuarios del Centro de Convenciones, pero que también habrá de tener acceso libre para el resto de la gente.
Esta Torre de Ladrillos vistos, existente en el predio como parte del complejo edilicio es reciclada en su totalidad, con la idea de poder poner en funcionamiento los 5 pisos que la misma posee para que sea utilizada como talleres de actividades culturales. Estos niveles se presentan como espacios independientes libres, con pisos flotantes de madera y conservando todo vestigio de maquinaria original del molino.
A su vez, también se diseñaron núcleos sanitarios y la presencia de un sistema de circulación vertical (ascensor y escalera) que se adosa al edificio sobre uno de sus laterales, para permitir la vista panorámica de toda la ciudad, a los usuarios que los empleen para llegar a cada planta.






















Contiguos a la Torre de Ladrillos, los Silos de Hormigón existentes en el predio y que son la firma distintiva del Molinos Fénix en la impronta histórica de la ciudad, han sido rescatados y refuncionalizados en su totalidad, otorgándoles una nueva función y revalorizando su imagen a través del trabajo especifico que habrá de realizarse sobre sus fachadas. Respecto de su nuevo uso, los mismos albergarán actividades de carácter recreativo cultural y claramente sociales las que se desarrollaran en espacios temáticos a modo de bares típicos y tradicionales del sector Calle Angosta.
Los Subsuelos, PB y Primer Nivel de los Silos serán utilizados para tales funciones, como eventos musicales, gastronómicos, bares temáticos en los que el folclore musical de la Calle Angosta habrá de ser su Ley Motive. La maquinaria original del edificio y que manifiesta las tareas que se desarrollaban en el molino, será conservada en su totalidad formando parte de la ambientación interna del sector gastronomico.
El resto del espacio dentro del cilindro de los silos tendrá la función de chimeneas de luz, que captaran la misma por medio de ventanas circulares que tendrán las paredes de los silos y a su la proyectaran desde el interior hacia fuera, en horario nocturno. Sus pieles exteriores fueron pintadas en distintos tonos de verde e iluminados de noche por medio de iluminación de color.
Todos los restaurantes que habitaran en el interior de los silos están interconectados entre sí por pasarelas metálicas a modo de paseo y que por momento tendrá piso de vidrio que apreciar debajo de la misma, la presencia de elementos compositivos del campo de maniobras original del molino. Por ultimo, los restaurantes en cuestión, gozaran de expansiones al aire libre, sobre el espacio diseñado a tal fin debajo de la estructura reciclada del galpón existente en la esquina del predio.
Detrás de los silos y a modo de una formación del ferrocarril que está inmóvil esperando la carga de semillas, generamos un prisma rectangular, negro, que contiene en su interior todas las cocinas y los núcleos de sanitarios que habrán de servir a los espacios gastronómicos asentados dentro de los silos y conectados con este tren, por pasarelas metálicas semi cubiertas.
Siguiendo la línea de edificios existentes sobre este lateral sur, aparece frente al centro de convenciones un galpón existente junto con un grupo de 3 tolvas de hormigón armado, aquí generamos otro sector gastronómico y recreativo, que apoya funcionalmente y se conecta de manera directa al centro de convenciones, el galpón se transforma en un restaurante de categoría y las tolvas son vestidas íntegramente por vidrio y estructuras metálicas, para albergar en su interior un bar. Hacia el exterior, decks de madera aparecen como expansiones de sendos locales de cara al parque.
Esta línea de edificios existentes que se extiende lineal hacia el oeste, culmina su recorrido en la calle Pueyrredon, donde encontramos otro galpón que ha sido oportunamente reciclado y adaptado para recibir en su interior a 3 salas de cines con capacidad para 150 espectadores cada una, aproximadamente.
Las salas propiamente dichas se encuentran dentro de las naves existentes, mientras que el sistema de circulación que conduce a la gente a cada una de ellas y que a su vez se transforma en el corredor hacia los sanitarios y finalmente a la salida del edificio, se materializa sobre la fachada norte del edificio, separado mas de un metro del mismo, como un prisma longitudinal y paralelo al edificio, enteramente materializado en vidrio.
De la misma forma, el lobby de estos cines, el sector de boletería, de compra de bebidas y comidas que sirve a los mismos, se encuentran en otra caja también vidriada, muy transparente que se implanta en el terreno, pero con la idea de no obstaculizar con su presencia, la imagen total de los edificios existentes en la actualidad, como un mecanismo mas tendiente a respetar la arquitectura original del molino y su imagen histórica.












Ingresando al predio desde la calle Pueyrredon y después de transitar la vereda reconstituida sobre la facha del edificio de San Luis Música, el espacio exterior vuelve a cobrar protagonismo, conduciendo a los visitantes hacia el sector del lobby vidriado de los cine que acabamos de describir. Este recorrido hacia el lobby esta circundado hacia el norte por un plano horizontal enteramente revestido en laja y que contiene una trama conformada por canteros cuadrados dentro de los cuales plantamos árboles, generando un bosque nuevo que otorga oxigeno y reparo, actuando como filtro entre el sector de las oficinas administrativas de San Luis Música, que abren sus ventanas hacia este espacio exterior y el acceso peatonal a los cines.
Volviendo al acceso peatonal, jugamos con los desniveles propios del terreno existente generando un sistema de gradas que forman parte del paisaje y a su vez podrán ser utilizadas como asientos para la realización de eventos al aire libre, como podría ser la realización de obras de teatro y demás actividades culturales y sociales que pudieran realizarse.
El extremo del galpón de los cines se cierra con la aparición de una construcción nueva en la que se encuentran las baterías de sanitarios de dichas salas y oficinas administrativas del complejo y desde las cuales, accedemos a un segundo nivel técnico que es el ingreso a las salas de proyección de películas que se encuentras sobre los foyers de cada uno de los cines.
El espacio exterior contiene las mismas líneas sensibles materializadas en el piso y que se repiten en la totalidad del predio, rescatando las especies arbóreas existentes en la actualidad en el sector generando otra plaza, de menores dimensiones y desde la que arribamos al paseo de las vías.
Este paseo, es un recorrido lineal que transita la totalidad del predio en su lateral sur, desde la calle Pueyrredon hasta la calle Belgrano, siguiendo la espalda de la totalidad de los edificios originales existentes y que constituyen el molino propiamente dicho. Para la materialización de este paseo, hemos rescatado la totalidad del trazado de vías que existían en el sector, embutiendo las mismas en paños de concreto y conservando intactas las trochas, durmientes y demás elementos originales que se encuentran paralelos y próximos al cierre perimetral del predio, que regeneramos en su totalidad. De esta forma el molino queda completamente abierto a sus visitantes, quienes pueden recorrerlo perimetralmente en su totalidad y utilizarlo internamente de la misma manera.
Sobre esta cara sur del predio del Molino, generamos como parte de esta nueva propuesta, un recorrido lineal que circula desde la calle Belgrano hasta la Pueyrredon, en un ancho real de 6 m que van desde el alambrado actual (eje de cierre del predio del molino respecto de las vías del ferrocarril) hasta el canal de desagüe pluvial existente en la actualidad y que se readaptara y agiornara para adecuarse a las necesidades actuales y futuras. Sobre este recorrido peatonal se trabajara a nivel de piso continuo en los primeros dos metros de ancho y el resto será de césped, generándose en el transcurso de todo el trayecto, micro sectores a modo de plazoletas, en los que habrá equipamiento oportuno para el descanso y que se materializaran de la misma forma y con los mismos materiales a los empleados en la Plaza de los Artesanos, logrando de esta forma un continuidad sensible en la totalidad de la intervención.
Estos espacios totalmente públicos y exteriores transforman la vida urbana de los habitantes del sector y generan el microclima optimo para actividades culturales múltiples que no solo caracterizaran esta zona, sino que proyectaran a la ciudad toda a nivel provincial, nacional e internacional.
Generamos una propuesta arquitectónica que fundamenta su existencia y morfología en un concreto compromiso de diseño arraigado en la problemática urbanística y social de una ciudad que se está formando a partir de este tipo de intervenciones, por lo general surgidas a partir de decisiones gubernamentales.














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