jueves, 14 de junio de 2012

Le Corbusier,Villa Savoye







Arquitecto: Le Corbusier
Ubicación: Poissy, Francia
Año Proyecto: 1929






La Villa Saboya  es un edificio situado en Poissy, a las afueras de París, que fue construido en 1929 y proyectado por Le Corbusier, uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. La Villa Saboya es considerada como el paradigma de la Arquitectura Internacional y de la nueva manera de construir edificios de viviendas del siglo XX (junto con la Casa Farnsworth de Ludwig Mies van der Rohe, laCasa de la Cascada de Frank Lloyd Wright y la Villa Mairea de Alvar Aalto), así como de los Cinco Puntos para una nueva Arquitectura desarrollados por el propio Le Corbusier, que consisten en:
  • Edificio que descansa sobre pilotis (columnas) en planta baja, dejando la superficie en su mayoría libre para permitir que el paisaje quede autónomo del edificio.
  • Cubierta plana, sobre la que se sitúa un jardín.
  • Espacio interior libre, debido a la estructura basada en pilares y tabiques.
  • Fachada libre de elementos estructurales, de forma que puede diseñarse sin condicionamientos.
  • Ventanas corridas en las fachadas para conseguir una profusa iluminación natural en el interior (fenêtre en longeur).
La Villa Saboya se encuentra hoy restaurada como casa-museo, y está protegida como monumento nacional francés. Se encuentra situada en el nº 82 de rue de Villiers 78300, en Poissy.













Actualmente es una "casa-museo", dedicada a la vida y obra de Le Corbusier y mantenida por la sociedad pública Monuments de France, y recibe miles de visitas al año, principalmente de arquitectos y estudiantes.












Poissy se encuentra a algo menos de una hora de viaje desde París, y es uno de los típicos suburbios de la capital francesa, con largas calles de unifamiliares con jardín. La Villa Savoye ocupa uno de estos solares, situándose más próxima a la naturaleza que a la calle y liberando un gran espacio verde a su alrededor (aunque la construcción de equipamientos para la ciudad tras la guerra mermó de forma importante el espacio privado de la vivienda). La parte principal de la vivienda (salón, comedor, cocina, dormitorios y baños) se encuentra ubicada en la planta primera, mientras que la planta baja está ocupada por el hall y dependencias para el servicio, y cuenta con un garaje capaz de soportar 3 automóviles de la época, algo que fue un hito para la historia de la arquitectura y un gran adelanto para su tiempo. La cubierta es plana y en ella se encuentra un pequeño jardín.
La planta baja está determinada en gran medida por el movimiento de un automóvil que entre al edificio. Este movimiento también determina la estructura, basada en una malla octogonal de pilares de hormigón distantes entre sí 4,75 metros unos de otros. Esta malla conforma una planta cuadrada de 23,5 m de lado, sobre la que se asienta la Villa.

La planta baja tiene una forma curva que subraya el movimiento y la influencia de los automóviles en la misma. En un costado, ocupando aproximadamente la cuarta parte de la planta, se encuentra el garaje, con capacidad para tres automóviles de 1930 (considerablemente más grandes que los actuales), y sustituyendo el espacio que antiguamente ocupaban las cuadras y caballos. En la parte frontal y próxima a la entrada rodada se encuentra la entrada de a pie, frente a la cual se abre un hall que cuenta con dos elementos principales: una rampa que recorre de abajo a arriba todo el edificio y que constituye su espina dorsal, proplongando este movimiento desde fuera hacia dentro, y una escalera de caracol. Todo el interior del hall se encuentra pintado de blanco, lo que representa el interés de Le Corbusier por la arquitectura sanitaria y la higiene en una época en el que las ciudades sufrían las consecuencias de la sobrepoblación en forma de epidemias, y plasmando el importante descubrimiento de la vida microbiana en todas partes, incluyendo el interior de las viviendas. Este punto también se ve plasmado en la profusión de aseos y retretes en el interior de la Villa, aparentemente muy superior a las necesidades y aprovechando el agua corriente con la que se contaba. Más alejados de la entrada aparecen tres habitaciones para invitados y servicio.
Le Corbusier es famoso por proclamar “La casa es una maquina de vivir”. Esta afirmación no se traduce simplemente a un diseño de una cadena de montaje a escala humana, más bien el diseño comienza a adquirir cualidades innovadoras y avances basados en otros campos de la industria, en pos de la eficiencia.
Al entrar al sitio, la casa parece estar flotando por encima del paisaje soportada por delgados pilotis que se confunden con la linea de árboles del fondo, mientras que el nivel inferior está pintado de color verde para contribuir a la percepción de un volumen flotante.
El nivel inferior contiene los programas de servicio de la casa. Uno de los aspectos más interesantes de esta casa es la fachada de vidrio curvo del nivel inferior que está concebida para coincidir con el radio de giro de los automóviles del 1929, para que cuando los dueños manejaran por debajo del volumen pudiesen entrar al garaje con un leve giro del volante.
Las habitaciones de la residencia, o el volumen superior, están equipados con ventanas corridas que se mezclan discretamente con la fachada blanca y dura, liberando a la fachada de cualquier jerarquía. Las ventanas corridas comienzan a jugar con la percepción entre el interior y el exterior, lo que no se hace completamente explicito hasta que uno de encuentra en el interior.
Una vez dentro, se hace claro el juego entre el espacio público y privado. Generalmente, las habitaciones de la casa son relativamente privadas, cerradas. Sin embargo, Le Corbusier deja las habitaciones alrededor de una terraza exterior comunitaria, que se separa del estar por un ventanal de corredero. Esta noción de las áreas privadas vinculadas a programas más públicos se hace más tarde muy común en los proyectos de vivienda de Le Corbusier.
Ambos niveles, el inferior y el superior, se basan en la idea de una planta libre que provoca continuidad de los espacios. Le Corbusier incorpora una serie de rampas que van desde el nivel inferior hasta el techo jardín, que obliga al habitante a aminorar la marcha y a experimentar el movimiento entre los espacios.
La Villa Savoye es una casa diseñada en base a un paseo arquitectónico. Su experiencia está en el movimiento entre los espacios. No es hasta que uno se familiariza con las peculiaridades sutiles que el movimiento y las proporciones de los espacios evocan una sensación de monumentalidad dentro del suburbio parisino.





































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