lunes, 16 de julio de 2012

Mies van der Rohe, Edificio Seagram





Arquitecto: Mies van der Rohe, Philip Johnson
Ingeniero: Severud Associates
Construido en: 1954-1958
Altura del Techo: 157 m
Piso: 39
Ubicación: New York, Estados Unidos



El Edificio Seagram es una moderna torre de oficinas proyectada por el famoso arquitecto alemán Mies van der Rohe, en colaboración con Philip Johnson.
Este rascacielos de oficinas edificado en Nueva York en 1958 constituye en muchos aspectos la culminación del proceso de depuración expresiva, sin ninguna concesión a lo ornamental, para edificios en altura que Mies van der Rohe había iniciado a comienzos de la década con los Apartamentos Lake Shore Drive 860- 880 y había continuado con otros ejemplos en Chicago como los departamentos del Paseo del Commonwealth y los Esplanade. Es un muestra de su mentalidad racionalista, un ejercicio de elegancia arquitectónica en el que el uso mesurado de pocos elementos da como resultado una de las más bellas joyas de la arquitectura del siglo XX.
Es la sede central de la corporación Seagram, originalmente perteneciente a un contrabandista enriquecido durante la Ley Seca por la venta de alcohol de manera ilegal.






La edificación está ubicada exactamente en el 375 de Park Avenue, entre la calle nº 52 y la nº 53 en el centro de Manhattan. En la ciudad de New York, Estados Unidos

Símbolo del mundo industrial contemporáneo, ilustra el lema del arquitecto “Menos es más” demostrando que un edificio sencillo puede ser igual de sorprendente que una edificación con diseños mas compuestos.
El Edificio Seagram es una depurada síntesis de la arquitectura racionalista en la que Mies se había formado, del estilo internacional que comenzaba a abrirse paso en la arquitectura a partir de 1950 y de las aportaciones de la escuela de Chicag



Uno de sus detalles más originales es que, en lugar de ocupar todo el solar disponible, Mies van der Rohe decidió liberar un espacio próximo al edificio que destinó a plaza, de forma que al aproximarse al mismo se genera sensación de escala mediante el juego lleno-vacío (edificio-plaza) y mediante las proporciones del propio edificio, características difícilmente encontradas en una ciudad como New York.
Preguntado el arquitecto por la razón de dicha plaza, respondió que retranqueba el rascacielos "para poder verlo. Si vas a Nueva York, realmente tienes que mirar a las marquesinas para saber donde estás. Ni si quiera puedes ver el edificio, sólo lo ves desde lejos". Esa plaza permite a la construcción respirar en medio de un conjunto urbano en el que la densidad edificatoria deja apabullado al espectador.
  • Persianas
Era evidente que un edificio de tal altura habría de tener una enorme superficie de persianas, cuyos usuarios tenderían a subirlas o bajarlas como mejor les pareciese. Para evitar esta muestra de desorganización, las diseñó de manera que sólo tuviesen tres posiciones posibles. Con ello pretendía mantener la homogeneidad visual de la construcción. Además, la mezcla de los perfiles exteriores con el tono tintado de los cristales del rascacielos, cuya función básica es reducir la temperatura interior, contribuye a hacer más sobria aún, si cabe, la imagen exterior del edificio: un prisma de cristal oscuro en medio de una de las principales avenidas de Nueva York

Mies diseñó su edificio a la manera de las columnas antiguas, con basa, fuste y capitel.
Efectivamente, al basamento, suntuosamente planteado sobre una plaza seca de mármol con fuentes, alberga el hall de entrada, no obstante el terreno en la planta baja está despejado y el edificio esta apoyado sobre pilotes, le sigue el fuste correspondiente a la indiferenciada sucesión de pisos de oficinas, el cual termina en un cuerpo de triple altura que, aun continuando rigurosamente el volumen de la torre, se expresa plásticamente como el remate del conjunto.
Para poder tener acceso al área de la plaza, es necesario atravesar una escalinata entre dos grandes pilastras o basas, donde se extienden dos láminas de agua en simetría, lo que es muy característico de la Antigüedad clásica.
El edificio tiene 157 metros de altura, distribuidas en 39 pisos.

Es un edificio de planta rectangular sostenido sobre pilotes
  • Planta
La planta del Seagram es, al igual que en los Lake Shore Drive, un rectángulo de 5x3 módulos estructurales cuadrados. Pero en la elevación del edificio logra su perfección expresiva, simulando una columna con sus tres partes constitutivas clásicas.
  • Fachada
Su tipología deja en evidencia la estructura en la fachada, cumpliendo a la vez un rol ornamental, compuesta por vigas de acero y columnas de bronce, que sin tener una función estructural enmarca perfectamente las grandes cristaleras que constituyen la epidermis más visible de la obra.
Como es un edificio destinado a oficinas y no a actividades de recreación, su fachada es muy sencilla, la cual delata en el momento de observarla las características funcionales del edificio.
La ornamentación de la estructura corre por cuenta de las instalaciones de vigas de acero y columnas de bronce, aunque dichas columnas iban a ser construidas de acero pero debido a las quejas de la compañía por la economía de los recursos decidieron hacerlas de bronce.

Debido a la ley antiincendios vigente en el año 1954, en el momento de realizarse la construcción se utilizó hormigón como material estructural, tanto por fuera como por dentro.
La parte minimalista de la expresividad de Mies van der Rohe llega en esta obra a su máximo grado de refinamiento: los “mullions del courtain-wall” los cuales son perfiles doble I especiales que han sido adicionados en ambos extremos del ala exterior con aristas salientes para generar un sutil subrayado de su forma.
El refinamiento que Mies demostró en el Seagram se extiende a la elección de los materiales: perfilería y paños metálicos en bronce claro y vidrio de tonos rosados, en el muro-cortina de la fachada, contribuyen a darle a esta obra una suerte de charme neoyorquino del cual carecen los ejemplos anteriores, más austeros en su rigurosidad tecnológica.
  • Perfiles
Los perfiles de acero vistos, en sus edificios americanos, raramente son idénticos a las estructuras constructivas, porque la legislación policíaca de prevención contra incendios prescribe el revestimiento de acero. Por lo tanto la “estructura” visible simboliza la realidad oculta, como en el Renacimiento el pilar habia simbolizado la columnas. Pero las relaciones de las pseudoconstrucciones de Mies con las reales convencen más. Con el alfabeto estandarizado de la producción siderúrgica, los perfiles en I, H y L, Mies forma por soldadura perfiles que constituyen el equivalente de los perfiles cincelados del pasado. La cuidadosa proporción del esqueleto, la graduación de los distintos componentes de pesado a ligero, la elegancia segura de sus perfiles y las sutiles transiciones en las esquinas o en los puntos donde coinciden varios materiales. Este máximo de reflexión y comprensión artística no ha sido nunca alcanzado por sus seguidores.
El arquitecto también utilizo como elementos decorativos el mármol travertino o el granito rosa.



























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