Un equipo joven, con nuevas ideas y conceptos que apuntan hacia una arquitectura sostenible, capaz de adaptarse al entorno físico y social en el que se desarrolle cada proyecto.

Somos Arquitectos jóvenes, dinámicos capaces de abarcar distintas problemáticas arquitectónicas, reconociendo la arquitectura desde sus orígenes como el arte de planear-proyectar-diseñar y construir espacios habitables

Ofrecemos distintas modalidades de servicio de Arquitectura, de forma integral o parcial para adaptar su proyecto a medida de sus deseos y necesidades.

Se plantea como un puente entre el habitante y la configuración de espacios, apostando por rematar en armonía en el tiempo y espacio.

Uno de nuestros principios fundamentales es entregar más de una alternativa al cliente, siendo el parte esencial en un eventual proceso de diseño, ya sea un proyecto de arquitectura, asesoría en diseño de interiores, maquetas profesionales o imágenes digitales.

Abordamos todo tipo de proyectos entre los que se incluyen Viviendas, Comercios, Oficinas, Hoteles, Stands y Fachadas.

Dibuje sus ideas y contacte con nosotros para que podamos ayudarle a hacer realidad su proyecto.

jueves, 31 de julio de 2014

Clorindo Testa, Casa Di Tella




Arquitectos: Clorindo Testa
Ubicación: Belgrano, Buenos Aires
Colaboradores: Luis Hevia Paul e Irene van der Poll
Referencias: Revista 1:100, Wikipedia
Año Demolición: 2011
Área: 838.0 m2
Año Proyecto: 1970
Fotografías: Cortesía Revista 1:100



Una de las obras maestras del arquitecto Clorindo Testa fue la Casa Di Tella, diseñada en 1968 para el coleccionista de arte y mecenas artístico Guido Di tella, en el barrio Belgrano, ciudad de Buenos Aires. Esta casa, donde el arquitecto jugó con desniveles y rampas, muy utilizados en sus grandes obras de la Biblioteca y el Banco de Londres, fue demolida el año 2011.La obra fue realizada en colaboración con los arquitectos Luis Hevia Paul eIrene van der Poll y terminada en 1970.


Luego de la muerte del ingeniero, quien vivía junto a su pareja en esa casa, ésta fue vendida a la escuela judía “Arlene Fern”. Hubo muchos intentos para que esta importante obra fuera declarada con valor patrimonial, sin embargo fue vendida a una compañía inmobiliaria, que la demolió en el año 2011, para construir en su terreno, un edificio de departamentos.


Al igual que sus otras obras influenciadas por la arquitectura brutalista, el arquitecto utilizó el hormigón a la vista, tanto en la casa como en el muro de cierre, casi perfecto y liso, que, junto a unos árboles al exterior, ocultan su fachada. La casa en su interior es bastante compleja, careciendo de ángulos rectos y llena de rampas, desniveles, túneles y un tragaluz.  






“Esta casa se organiza detrás de un frente “tapia” con el orificio de la puerta de acceso bien acusado, participando así de una característica de la casa porteña tradicional, y alrededor de patios sucesivos. Es como una casa chorizo doble, con dos patios centrales y uno al fondo.

Interiormente, se aprecia como un espacio unitario, armado según los orificios de los patios, lugar donde la dueña gusta tener y cuidar plantas.
La única exigencia del comitente: el estudio aislado, al cual se pudiera acceder de forma independiente desde la misma entrada a la vivienda y que tuviera, a su vez una comunicación también independiente con el comedor. Este ámbito ofrece entonces una relación doble: con el estar de la casa, por un lado, y desde el estudio en función de las actividades sociales y de trabajo del dueño de casa.
El terreno ofrecía un desnivel creciente hacia el fondo. El estar y el techo-jardín que es su prolongación se encuentra al nivel original. Hubo que excavar en el emplazamiento de los dormitorios y del tercer patio o jardín del fondo.
La casa asume características de gruta, con fuertes entradas de luz tanto cenital como lateral. Por la noche, mantiene el mismo aspecto cueviforme, aunque evidentemente distinto al que ofrece durante el día.
Aloja un equipamiento muy original heterogéneo, de distintas procedencias: desde una chimenea gótica o sillones Chippendale, esculturas africanas, del Pop de los sesenta o de un Pop bastante anterior como una estatua de Garibaldi del siglo pasado, procedente de Uruguay, o una colección de piezas precolombinas.”












Tryptique, Harmonia 57








Arquitectos: Triptyque – Greg Bousquet, Carolina Bueno, Guillaume Sibaud e Olivier Raffaelli Ubicación: Sao Paulo, Brasil 
Año: 2007-2008 
Año de Construcción: 2008 
Area del Sitio: 500 metros cuadrados 
Area Construida: 1.060 metros cuadrados
Ingeniero Hidráulico: Guilherme Castanha 
Paisajismo: Peter Webb 
Estructura: Rika / Eng. Rioske Kanno 
Fotografías: Nelson Kon

La oficina franco-brasilera de Arquitectura Triptyque ha construido recientemente el Harmonia 57, un edificio de oficinas bastante especial ubicado en las inmediaciones de un barrio al oeste de Sao Paulo, donde predominan la actividad artística y cultural.
El Harmonia 57 es un edificio que podríamos comparar con un organismo vivo en cuanto a su funcionamiento, ya que se compone de un interesante ciclo que permite la incorporación de una considerable capa vegetal en las superficies verticales del edificio.

Este ciclo, el cual permite mantener a la vegetación con vida en los muros consiste en un proceso con características sustentables, ya que empieza con una captación y reutilización de aguas lluvias para el regadío de la capa vegetal en los muros. El agua recolectada llega hasta las plantas a través de un sistema de tuberías que recorren perimetralmente el edificio y que van bombeandola hasta los muros desde los cuales empieza a crecer la vegetación
Esta capa vegetal está depositada en las caras exteriores de los gruesos muros de hormigón que componen los 2 volúmenes principales del edificio. Para lograr esto, los arquitectos incorporaron una solución de diseño bastante singular, la cual consistió en hacer cavidades sobre la superficie de los muros a modo de poros desde donde crecen las plantas, que según las proyecciones de la oficina deberían crecer hasta cubrir el hormigón por completo.
Todo este mecanismo se hace evidente y Tryptique lo aprovecha como un recurso estético en la fachada, cobrando el aspecto de un cuerpo viviente en el cual estas cañerías se comportan como un conjunto de venas o vasos que irrigan e hidratan en torno a él.
A diferencia del aspecto poco trabajado del hormigón exterior, los espacios interiores buscan la iluminación y la continuidad en sus superficies. Por lo demás, los 2 grandes volúmenes de hormigón están conectados a través de pasarelas de acero abiertas que se abalconan hacia el primer piso donde se abre un pequeño patio común de reunión.




miércoles, 23 de julio de 2014

Ignacio Echeverria, Takes smoke, makes water


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Take Smoke, Make Water, supone que algo esta  mal y debemos arreglarlo, el medio ambiente urbano esta degenerado; el “smog”  es la degeneración del aire.
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Take Smoke, Make Water es un “dispositivo arquitectónico”; a utilizarse en las varias escalas de la ciudad (S, M, y XL) y sirve como catalizador para la contaminación del aire (smog).
Cada año cerca de 20 mil personas mueren en las ciudades más importantes a causa de la contaminación, lo que corresponde al 6% del total de muertes, y el 1,7% del PIB  en el tratamiento de enfermedades.
En los países pobres cerca de 1 millón de personas viven sin acceso al agua, lo que corresponde al 46,6% de la población urbana;
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Smog en las grandes ciudades = (ácido sulfúrico) H2SO4
Lluvia ácida = (dióxido de carbono) H2CO3
H2SO4 – H2O (agua) = “no neblumo reacción»
H2CO3 – CO2 (dióxido de carbono) = H2O (agua)
Take Smoke, Make Water es un triple conjunto de  intervenciones definidas por una lógica de energía sustentable en  acciónes urbanas sociales, realtiva a 3 niveles de escala (S, M, L).
La estrategia de la ocupación (o asentamiento) del sitio se genera a partir de la ubicación de los nuevos núcleos de áreas limpias.
El lugar sigue una lógica de densidad y multiplicidad de la población y asesoramiento social, lo que significa que la posición o el número de intervenciones depende de la capacidad de los usuarios propuesta; mayor número de usuarios, mayor número de núcleos y/o combinación entre estas.
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Take Smoke, Make Water es un tipo de artefacto que complementa lo que ya existe y opera sobre la base de la necesidad. Es una forma de ocupación que no es necesariamente indefinidamente en el tiempo.
La idea es generar una “piel activa”compuesta por filtros químicos que su función como catalizadores que atrapen-humo (atrapen-smog)  sea conducir sus reacciones internas y proporcionar aire limpio y recuperar agua, que es transmitida al ambiente como vapor de aguar o simple agua potable condensada .
Esta piel es aplicable a los  múltiples tipos de edificios y trabaja según tres situaciones lógicas; traslapo, saturación y ósmosis .
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Reacción: H2SO4 pasa por el filtro= H2O
“Sin humo” es parte del paisaje y de la naturaleza, la integración en la pequeña escala y la gran escala se ha completado.
“Ciudades sin humo” es también  un evento, un evento urbano que sucede en ocasiones cuando las condiciones climáticas son ideales, es como un eclipse solar.
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Superposición: propone la instalación de un elemento autónomo que se alimenta  en su cerrado radio de acción, como un implante de trabajo social en situaciones de emergencia ambiental.
Saturación: elementos de carácter metropolitano con una alta capacidad de filtrado de H2SO4.
Ósmosis: inserción de microclimas situados en proyectos urbanos de pequeña escala en areas de alta densidad
Al mismo tiempo, la intervención propone  una imagen que genera identidad con el medio ambiente; “la lógica del clima” llevara a los núcleos a convertirse en  elementos de aspecto cambiante; es un proceso que simula la sucesión de los sistemas vivos y su impredecible acción.
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Solano Benitez, La Sucursal del Cielo en Sudamérica





Arquitectos: Solano Benitez
Ubicación: Piribebuy, Paraguay
Año Proyecto: 2000
Fotografías: Erietta Attali



Por Giulia Tomaselli.
Este proyecto que empeñó a su autor durante diez años refleja en su simplicidad la resolución de la extrema complejidad del tema al que se enfrenta: hacer una tumba para una persona amada. Lo que Benitez quería, cumpliendo el pedido de su padre, era evitar de hacer una tumba convencional, de recordarlo en un lugar triste y lleno de angustia; sabía que lo que quería era realizar un lugar íntimo en que podría encontrarse con él serenamente. Finalmente entendió que los espejos y el juego de la reflexión infinita constituían la clave del proyecto.

“Este cuadrado está conformado por cuatro vigas de hormigón sostenidas cada una por un solo pilar.Te imaginarás, debido a la humedad de los cauces del arroyo, que este lugar está particularmente vegetado, y que las vigas se entrecruzan con la densidad arbórea y los helechos de gran porte, sin molestar a ninguna especie. El lugar así queda nombrado desde afuera con esta entrelazante estructura de hormigón.”
Lo que hizo fue proyectar un espacio cuadrado (de 9 metros de lado) delimitado por cuatro vigas de hormigón y cada una de ésta apoya en un pilar. La cara interna de las vigas se compone de espejos que actúan una desmaterialización potente de los límites del recinto, que en cambio desde afuera es muy bien definido. Las vigas son 1.10 m de alto y por eso sólo un niño podría verse reflejado en los espejos y descubrir en seguida el artificio.
El lugar genera dos diferentes condiciones espaciales. La primera se genera fuera del cuadrado, es una fuerza centrípeta que te invita a entrar en ello por los espacios abiertos dejados por las vigas en los vértices; la segunda, contrapuesta a ésta, es la capacidad centrífuga de los espejos que dilatan infinitamente el espacio interior en el momento en que nos adentramos en la tumba. La unión de estas dos acciones, centrípeta y centrífuga, contribuye a crear un espacio muy especial, místico y lírico a la vez. Un lugar de contemplación serena de la muerte que, gracias a las superficies reflectantes, también nos permite vernos “fuera” de nosotros y, como dice el mismo arquitecto, igualados a los demás.
Este lugar de paz e íntimo es para el arquitecto/hijo el único en el que es posible juntarse con los amados ahora ausentes y también admite que hay una cosa que siempre le fascinó de los reflejos:
“la internalidad de “uno” y la externalidad de lo “otro” claudica en esta superficie, yo habito dentro de mi, y yo soy el límite que me separa de lo otro. La excepción que abrazo con desesperación es el espejo. En el espejo yo estoy “allí”, en frente, fuera de mí mismo, habitando una otra dimensión que me iguala a todos los demás, o que me permite habitar en un otro mundo que no sea mi interior, en un plano de igualdad y simultaneidad”.