Los arquitectos polacos Jakub Fiszer, Piotr Pyrtek y Tomasz Salamon diseñaron hace algunos años una propuesta futurista para hacer nuestras ciudades más verdes. La idea principal detrás de esta Bio-City es el uso de la nanotecnología y la biogenética para transformar una cepa normal en una “ciudad-enredadera”.
A medida que pasan los años, la gran mayoría de la población mundial vive en zonas urbanas. El ritmo de la urbanización ha dejado nuestras ciudades en una constante falta de infraestructura, altos niveles de contaminación y un diseño urbano y arquitectónico muy deficiente.
Según sus creadores, este nuevo tipo de planta va a ser capaz de crecer más rápido y de adherirse a una gran variedad de superficies, además de expulsar más oxígeno a través de un metabolismo acelerado.
La intención es cubrir con enredaderas determinadas ciudades y ciertas zonas específicas según sus grados de contaminación. La ciudad-enredadera permitirá disminuir la cantidad de CO2 y también será una fuente de bio-combustibles que eventualmente podrían reemplazar el consumo de energía fósil.
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