Un equipo joven, con nuevas ideas y conceptos que apuntan hacia una arquitectura sostenible, capaz de adaptarse al entorno físico y social en el que se desarrolle cada proyecto.

Somos Arquitectos jóvenes, dinámicos capaces de abarcar distintas problemáticas arquitectónicas, reconociendo la arquitectura desde sus orígenes como el arte de planear-proyectar-diseñar y construir espacios habitables

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viernes, 11 de mayo de 2012

Clorindo Testa, Biblioteca Nacional







Biblioteca Nacional de Buenos Aires / 1962Plaza Rubén Darío / Buenos Aires / Argentina



EQUIPO DE TRABAJO

Arq. Clorindo Testa / Asociado con los arquitectos: Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga Primer Premio Concurso de Anteproyectos
Primer Premio Concurso de Anteproyectos
Primer premio de un concurso nacional de anteproyectos, asociado con los arquitectos Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga.
El edificio esta mitad enterrado y mitad elevado, liberando la plaza donde esta ubicado. La planta baja es una continuidad de la plaza, que no se interrumpe y genera una explanada de accesos que puede utilizarse para actividades culturales/recreativas al aire libre.



HISTORIA







Tres años más tarde, en 1962 junto a Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga obtiene el primer premio en el concurso de construcción de la Biblioteca Nacional. Esta obra pública se estructura en dos ámbitos: una mitad subterránea, en donde se ubican gran parte de los libros; y una mitad elevada, que emerge apoyándose sobre cuatro columnas, el sector público en el cual se ubican el salón de exposiciones, los sectores administrativos, las salas de lectura y la terraza. A esta parte superior, Clorindo la denomina en sus exposiciones "el Gliptodonte".

Esta obra quedaría demorada en su construcción 30 años, inaugurándose en 1992, aunque nunca se terminarían de construir los parasoles perimetrales, dando el edificio una imagen de inconcluso.
La Biblioteca Nacional de la República Argentina es la biblioteca más importante de ese país. Actualmente se encuentra ubicada en el barrio porteño de Recoleta, siendo inaugurada en 1810 en el Cabildo de Buenos Aires.
La Biblioteca Nacional fue creada por un decreto de la Primera Junta el 13 de septiembre de 1810, bajo el nombre de Biblioteca Pública de Buenos Aires. Su primera ubicación fue, durante dos años, el edificio del Cabildo; en 1812 abre sus puertas al público en una sala del edificio que se encuentra en la esquina formada por las calles Moreno y Perú, dentro de la zona que actualmente se conoce como la Manzana de las Luces. Su primer material bibliográfico fue donado por instituciones como el Cabildo Eclesiástico y el Real Colegio San Carlos, y varios particulares como Luis Chorroarín y Manuel Belgrano.

Mariano Moreno fue designado Protector de la Biblioteca en 1810. Mientras que Cayetano Rodríguez y Saturnino Segurola fueron designados respectivamente primero y segundo bibliotecario. En enero de 1811 asumió la dirección Luis Chorroarín, quién se mantendría en el cargo hasta 1821, cuando mediante un decreto de Martín Rodríguez fue reemplazado por Saturnino Segurola. Desde 1822 a 1828 ejerció el cargo Manuel Moreno, hermano de Mariano, y la biblioteca contaba en ese entonces con un patrimonio considerable: en 1823 la biblioteca contaba con más de 17.000 volúmenes. También pueden destacarse los directorios de Vicente G. Quesada, que incorporó gran cantidad de material traído desde el extranjero y realizó mejoras en la infraestructura, y de Manuel Trelles, quien también incorporó gran cantidad de material bibliográfico hasta que la Biblioteca pasó a depender del Gobierno Nacional y fue reemplazado. Estas mejoras que sufrió la Biblioteca Pública se manifestaron en los 7.715 lectores que concurrieron en 1881 y los 32.600 volúmenes con los que contaba en 1882.

La piedra fundamental del edificio fue colocada recién el 13 de octubre de 1971, once años después de la sanción de la Ley y la construcción fue llevada adelante por la firma Com-Ar-Co SA. Pero las obras se demoraron, y finalmente fueron suspendidas durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. Al momento de reiniciar los trabajos, en 1982, se decidió —por razones presupuestarias —eliminar de la fachada los parasoles metálicos que protegían los sectores de lectura de la luz exterior, un hecho que causaría a futuro el aspecto inconcluso del edificio, y actualmente perjudica a los lectores en determinados horarios del día. La nueva Biblioteca Nacional fue inaugurada finalmente el 10 de abril de 1992, por el presidente Carlos Menem, y el material bibliográfico se terminó de trasladar el 21 de septiembre de 1993. El edificio cuenta con tres depósitos subterráneos: dos de ellos destinados a libros, que permiten depositár tres millones de libros, y uno destinado a guardar revistas y diarios, con una capacidad de quinientos mil ejemplares. Además, en el edificio funciona actualmente la Escuela Nacional de Bibliotecarios, fundada en 1956.
La vieja sede de la Biblioteca en la calle México fue cedida al Centro Nacional de la Música.


Mediante la Ley Nº 12.351 de 1960 se destinaron tres hectáreas ubicadas entre las avenidas del Libertador y Las Heras, y las calles Agüero y Austria. La obra fue adjudicada mediante un concurso nacional, eligiéndose en 1962 entre decenas de propuestas, a la de los arquitectos Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga de Bullrich. 

La actual Biblioteca Nacional de Buenos Aires está ubicada en la calle Agüero 2502, en el exclusivo barrio Recoleta, rodeada de uno de los tantos pulmones verdes de la capital de Argentina, Buenos Aires.

LA IDEA
Es un diseño de estilo brutalista, que se caracteriza por privilegiar las estructuras de hormigón armado a la vista y sin pintar, y principalmente se aprecia el lugar del parque dejado en el nivel de suelo y la sala de lectura como mirador sobre el puerto y el Río de la Plata.
La idea principal, según lo relata el arquitecto Testa, fue ubicar los depósitos del establecimiento bajo tierra, aprovechando que la totalidad de la manzana estaba destinada a la biblioteca y una plaza pública. Esto protegería a los libros del efecto nocivo de la luz y a su vez, permitiría en un futuro expandir el espacio de los depósitos, de ser necesario. Una vez liberada la estructura del edificio del peso de los depósitos de libros, se pensó en la posibilidad de elevarla sobre pilotes para permitir la vista libre, dejando una plataforma de acceso libre abierta de forma permanente. De esta forma, resultó un edificio que Testa caracteriza como un cuadrúpedo, como si se tratase de un ser vivo.





EL DISEÑO







Dos conceptos caracterizan la singularidad de esta obra:
  • El primero radica en la idea de fuerza del partido, consistente en levantar por encima del terreno las salas de lectura, enterrando a su vez los depósitos de libros. De este modo se genera una suerte de "mesa monumental" por debajo de la cual fluye la continuidad del parque existente, cualificado por un conjunto de formas escultóricas.
  • El segundo concepto, de algún modo consecuencia del primero, radica en la fuerza y monumentalidad con que el edificio se implanta en el entorno de parques preexistentes. La masa edilicia, trabajada con la fuerte plasticidad que caracteriza a las obras del autor, se yergue por encima de las copas de los árboles y domina el entorno verde y enmarcado a la distancia por los edificios circundantes.
La plaza entera en la cual se posa ha sido trabajada arquitectónicamente, configurando un espacio de actividades múltiples dominado por la "panza" del edificio, esa masa de hormigón trabajada con tal fuerza y sutileza que constituye de hecho la quinta fachada del edificio.

  • Subsuelos
La parte enterrada contiene la mayor parte de los libros, liberando de peso el cuerpo superior del edificio.
Existen tres niveles de subsuelos, con una superficie total de 19000 metros cuadrados. El primer y segundo subsuelo está destinado al depósito de libros, el tercero está reservado para posibles expansiones.
  • Planta baja
La planta baja es una continuidad de la plaza, que no se interrumpe y genera una explanada de accesos que puede utilizarse para actividades culturales/recreativas al aire libre a la vez que da acceso a la Biblioteca.
El volumen suspendido surge de cuatro columnas que a su vez contienen las circulaciones, recurso que libera al máximo el suelo. Dentro de este volumen se alojan los sectores administrativos, salón de exposiciones, la cafetería y una terraza.
También en este sector, conocido como “nivel H”, se han instalado una Hemeroteca, una Sala de lectura para no videntes, el área de Adquisición e intercambio bibliográfico, Relaciones Públicas e Institucionales y Archivo del patrimonio arquitectónico del edificio, procesos técnicos del material bibliográfico que ingresa a la institución.
  • Primer nivel
En esta planta se encuentra el auditorio, la sala de exposiciones, un bar y la Dirección.
  • Segundo nivel
Únicamente áreas administrativas y en un entrepiso entre el segundo y tercer nivel, una sala de máquinas intermedia.
  • Tercer nivel
Audioteca y mediateca, Fototeca, Mapoteca, Sala del Tesoro, otra sala de exposiciones, la sede de la Universidad de Salamanca en Buenos Aires, la Academia Nacional de Periodismo, la Subdirección y otras áreas sin acceso al público.
  • Cuarto nivel
Archivo de manuscritos y materiales inéditos, y depósitos de áreas diferentes.
  • Quinto y sexto nivel
Salas de Lectura y diversas áreas administrativas.
  • Séptimo nivel
Sala de máquinas superior.
  • Terraza
Tanque de agua, torres de enfriamiento y salas de máquinas de los ascensores

En su estructura se han utilizado dos tipos independientes de fundaciones, las que corresponden a los subsuelos y que son directas y las indirectas, utilizadas para levantar las siete plantas del cuerpo más destacado y característico de la Biblioteca.
  • Directa
En esta parte de la edificación los fundamentos se fueron construyendo directamente sobre el terreno por medio de vigas continuas, sobre la losa de subpresión. Sobre estas vigas descansan las columnas que soportan los entrepisos de los depósitos.
  • Indirecta
El cuerpo más representativo del edificio, debido a la magnitud de la carga, 7800 toneladas, se sustenta sobre cuatro núcleos, los cuales se apoyan en 13 pilotes cada uno. Estos pilotes tienen un diámetro de 1.20 metros y una profundidad fluctuante entre 25 metros y 27 metros desde el nivel del terreno.

BIBLIOTECA NACIONAL
























































3 comentarios:

  1. amo mi biblioteca... soy feliz trabajando ahi .. y es un tesoro con muchos tesoros dentro, montado en cuatro patas.

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  2. BUEN TRABAJO SIGAN ASI CHICOS

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